Para las empresas, subir al tren de la digitalización es lo que hoy en día les asegura su supervivencia. Los cambios tecnológicos suceden a un ritmo vertiginoso, por lo que adaptarse al mundo digital ya no es una tendencia, es una necesidad.
Actualmente, las compañías más valiosas en el mundo son nativas digitales y un ejemplo concreto de ello es Amazon, siendo la clave de su liderazgo la diversificación de tecnologías en la nube, inteligencia artificial, transformación digital, entre otras capacidades que ha implementado para tener cada vez una mejor propuesta de valor para sus usuarios.
Si bien este es un tema que viene desde hace años, en pocos meses la crisis del coronavirus ha puesto en manifiesto que la digitalización ocupa un papel imprescindible. Las empresas se han visto forzadas a reinventarse, tanto para dar respuesta a los nuevos consumidores -que cada vez son más opinantes y digitales- como para garantizar su estadía en el mercado.
En este contexto, la prioridad para las empresas es apostar por la tecnología y cambiar su mentalidad con respecto a sus clientes, ya que la transformación digital trasciende la esfera de la economía y se centra en los nuevos hábitos y costumbres de los consumidores.
Sin digitalización ni tecnología, el recorrido es corto
Existen empresas que se crearon en el universo digital, y como ya lo mencionamos se posicionan entre las más importantes del mercado. Sin embargo, las compañías que nacieron en el universo industrial deben desarrollar una estrategia digital que las ayude a mantenerse vigentes a lo largo del tiempo.
El primer paso a considerar es que para enfrentar la digitalización tienen que comprender el fenómeno, adaptándose al cambio continuo y acelerado con base en prácticas aptas para su segmento.
Luego de implementar la tecnología necesaria, es importante entender el impacto estratégico del cambio y anticiparse a lo que vendrá en temas de innovación, porque si solo piensan en el presente quedarán obsoletos.
Adaptarse o desaparecer: Caso Kodak
Conocer el auge y caída de Kodak es una excelente forma de comprender lo difícil que es mantener un negocio en este mundo de cambios vertiginosos.
La conocida marca de cámaras y rollos fotográficos se mantuvo por décadas como número 1 en el mundo, no obstante su lenta adaptación a la tecnología hizo que quedara en el olvido y que hoy esté intentando revertir su fracaso.
George Eastman, fundador de Kodak, en su momento fue capaz de identificar un problema específico que lo llevaría al éxito. Mientras el foco de los fabricantes estaba en las cámaras, él decidió hacer la fotografía accesible a las masas.
Basado en su experiencia personal, George se dio cuenta que la fotografía era un arte alcanzable solo para unos pocos, por lo que decidió cambiar esa realidad creando cámaras que podían ser utilizadas por cualquier persona gracias a su facilidad de uso.
Sin embargo, el inicio de su “fin” nació en los mismos laboratorios de la empresa, con el desarrollo de su primera cámara digital. Aunque invirtió recursos en esta área e impulsó una plataforma online propia para compartir fotos, Kodak necesitaba de un cambio radical.
Otros fabricantes entendieron lo que estaba ocurriendo en el mercado y crearon cámaras digitales de mejor calidad, entregando a los consumidores lo que querían: Compartir momentos importantes a través de la versatilidad que da Internet.
Las lecciones:
- Rapidez de adaptación:La capacidad de adaptación es fundamental y no es un rasgo que se desarrolla con experiencia. Kodak tenía la experiencia, los recursos y el prestigio; pero no fueron suficientes para sobrevivir porque no tuvieron una estrategia directa para adaptarse a los cambios del mercado.
- Estar siempre atento a las necesidades de los clientes:¿Qué habría ocurrido si Kodak hubiese anticipado al cambio? Hoy en día, una buena estrategia digital tiene que estar basada en la centralidad del cliente, lo que implica que debe tener un enfoque absoluto en las necesidades y expectativa de los consumidores.
- Pensar en el futuro:La evolución nunca se detiene, y quienes esperan que eso pase se hundirán. Una estrategia efectiva tiene que basarse en la comprensión de las tendencias digitales y no simplemente en la inversión de herramientas tecnológicas “porque es la moda”.
La mentalidad tiene que evolucionar junto con la tecnología
Una de las principales barreras en la ejecución de la transformación digital en las empresas tradicionales es la mentalidad de sus líderes de negocio.
Las organizaciones, de todos los sectores, deben cambiar su forma de pensar y repensar sus estrategias basándose siempre en los clientes y explorando varias oportunidades para crecer.
Aunque no es un camino fácil, es totalmente necesario y las competencias claves que debe tener una compañía son la creatividad, capacidad de cambiar y aprendizaje continuo.
¿Y tu empresa, ya comenzó esta carrera por la supervivencia?