La transformación digital es una realidad que llegó hace algunos años y debe ser adoptada lo antes posible. Esta digitalización que ya no es un elemento diferenciador, sino que debe ser un hecho en las compañías, permitirá una expansión en los ecosistemas con nuevos socios potenciales.
Para afrontar todos los cambios, las empresas requieren de una estrategia digital robusta que les permita evolucionar constantemente para no fracasar en el mercado cada vez más competitivo y exigente.
Ahora, el cliente ya no está desconectado, al contrario, es capaz de levantar o hacer caer una empresa. Por su parte, el producto pasó de ser algo físico a una experiencia digitalizada de un nivel altísimo.
Sin embargo, la transformación va más allá. Ya no solo se trata de competir con las grandes marcas, sino que también con startups que empiezan a aprovechar las diferencias entre calidad y servicio para disrumpir en cada una de las industrias.
Innovación versus adopción tecnológica
La tecnología está creciendo exponencialmente y las empresas no están siendo capaces de adoptarla al ritmo que se requiere. Por lo mismo, es imprescindible evolucionar y reaccionar, pero ¿Cómo hacerlo? La respuesta es estrategia digital.
Para lograrlo, es necesario comprender el fenómeno digital, adaptarse al cambio y desarrollar atributos o prácticas aptas para los entornos digitalizados y enfrentarse a la nueva realidad.
Adaptación de las empresas a la digitalización
La Inteligencia Artificial tiene el potencial de cambiar y mejorar nuestras vidas de la misma manera que lo hizo la electricidad en el siglo XX. No obstante, el beneficio máximo se alcanzará cuando los modelos y procesos industriales se adapten para capitalizarse mediante prácticas complementarias.
Al adquirir esta tecnología, las empresas podrán escalar más que las tradicionales, teniendo mejor performance al manejar mayor volumen de data con algoritmos.
Por esta razón, el momento de actuar es ahora. Aquellas compañías que no avancen a un ritmo acelerado en estas nuevas tendencias, no lograrán alcanzar el elemento diferenciador que les entregará competitividad en esta nueva era digital. Y, de esa forma, no podrán mantener su lugar en el mercado.
¡Las oportunidades que entrega la nueva era post digital son múltiples, pero así también los desafíos!